domingo

Je suis

Mi vida desde hace ya bastante tiempo es muy estable. ¿A qué me refiero con estable? Pues a que ya no tengo esos momentos de depresión que solía sufrir improvisadamente, ya no vivo en monotonía, ya no sufro por amor.

Debo aceptar que soy un poco masoquista, pues a veces extraño esa sensación de querer llorar porque extrañas a alguien con quien has pasado ya cierto tiempo o de cantar a todo pulmón una canción con la que te identificas en ese preciso momento.

Debo agradecerle a Dios por haberme dado la oportunidad de estar equilibrada, pues hace 3 años ó 2 lo pedía a gritos, pero hoy que me encuentro tranquila, me provoca nostalgia esas sensaciones que, tal vez, no vuelva a sentir porque ya crecí y no soy más una adolescente, o por lo menos no me siento como una. Es un capítulo que considero terminado, un capítulo que estuvo lleno de lágrimas, indecisiones, sonrisas por montón, frustraciones, odio, mucho amor, ataques, rabia, ira, ganas de abrazar fortísimo… ganas de besar sin parar.

Una serie de emociones y sentimientos fueron los protagonistas definitivamente. Nunca me arrepentiré de nada de lo que hice en esa etapa, de absolutamente nada, pues hoy tengo todo lo que necesito para sentirme feliz y muy, muy tranquila conmigo misma.

Hoy me doy cuenta que ahora tengo nuevos ideales y esta vez sí son sólidos, ideales que a los 13 ó 14 años me parecían impensables y hasta ridículos. Es cierto que aún guardo sueños que nacieron a esas edades aproximadamente, pero que veo un poco complicado realizarlos, pues tendría que sacrificar algunas cosas que conseguí y que me costaría demasiado recuperar si doy un paso equivocado.

Tal vez uno de mis mayores defectos, es mi impaciencia por lograr todas mis metas, pues a veces me invade el miedo de que no me alcance el tiempo y este defecto se come mi imaginación, mi creatividad y hasta mis talentos y pasiones. Debo aprender a caminar más despacio, disfrutando de cada etapa, de cada aroma, de cada sensación que me invada, pues si no lo hago así, será una vida desperdiciada.

Mis objetivos se encuentran en mi cabeza, corazón y tripas… yo sé que puedo lidiar con las tres, a pesar de ser muy diferentes y complejas. A la vez, empezar de cero con mi vida expresiva, es decir, a lo que yo llamo mi arte… nunca es tarde para comenzar por segunda vez ¿o sí?.

No hay comentarios: